domingo, 17 de abril de 2022

La resurrección-análisis histórico





 El día culminante de la Semana Santa es el domingo de resurrección. ¿Tiene importancia? ¿Resucitó Jesús de entre los muertos? ¿En verdad importa si eso es verdad o no? ¿Podría alguien ser cristiano sin creer que la resurrección es verdad? ¿Podemos estar seguros de que nuestra fe en la resurrección de Jesús es un hecho que ocurrió hace alrededor de 2000 años?

Pablo, el apóstol, enseñó que si Cristo no se levantó de entre los muertos, la predicación cristiana no sirve para nada, la fe de los creyentes tampoco y el perdón de los pecados no es posible (1 Corintios 15.14 y 17). Véase también Romanos 10.9. De manera que sí importa si la resurrección ocurrió y si alguien la cree o no.

¿Es posible aplicar el método histórico para verificar si la resurrección tuvo lugar en verdad?

Uno de mis libros favoritos es El Caso de Cristo, de Lee Strobel, ex ateo, formado con una maestría en leyes por la universidad de Yale. Siendo aún un no creyente, se propuso investigar el cristianismo para seguir la evidencia a donde ésta lo llevara. El resultado de años y años de investigación es el libro mencionado.

Les comparto aquí el enlace para que puedan leer un extracto, y también a continuación el capítulo 12 del audio libro (también se puede comprar en librerías), que se titula La prueba del cuerpo desaparecido. Solo tienen que oprimir el reproductor bajo la contraportada que aparece enseguida. Juzguen ustedes, después de la lectura, si nuestra fe descansa sobre un fundamento sólido o no.

Recuerden: Creer es también pensar.




CAPÍTULO 12-LA PRUEBA DEL CUERPO DESAPARECIDO

Entrada relacionada: Teorías contra la resurrección, refutadas.

jueves, 14 de abril de 2022

Cómo acercarse a Dios


Hay un antiguo adagio que reza: “Todos los caminos llevan a Roma”. Parece ser que en nuestra sociedad postmoderna, ese refrán tiene más popularidad hoy que nunca. Especialmente en lo relacionado al ámbito religioso. En una comunidad en la que “cada quien cree lo que mejor le parezca” y debemos “vivir y dejar vivir”, cada uno puede elegir la manera de llegar a Dios que más le acomode. O por lo menos, eso es lo que la mayoría cree.

Pero, ¿qué tal si no es así? ¿Qué tal si al final de nuestras vidas nos damos cuenta que equivocamos el camino y tomamos uno incorrecto? Un camino equivocado nos llevará a un destino equivocado, no interesa si mi intención era llegar al destino correcto. No son las intenciones las que me llevarán a final seguro, sino las decisiones correctas y los pasos correctos basados en esas decisiones correctas.

En materia de religión lo anterior (elegir el “camino” que mejor le acomode), parece ser especialmente cierto en nuestra sociedad. La gente dice: “Con que te portes bien y hagas lo correcto, estarás bien. No importa qué religión elijas”. Así que las personas piensan que haciendo buenas obras, o cultivando las oraciones, dando dinero a los necesitados, practicando sincera y fielmente algún tipo de religión o "guardando" los mandamientos de Dios, llegarán al final del camino y serán recibidos por Dios.

Pero, sorprendentemente, la Biblia descarta cada una de esas opciones que la gente considera que le acercarán a Dios. Así es. Aunque usted no lo crea. La Biblia elimina totalmente la idea, la creencia en la posibilidad de que podamos acercarnos a Dios de las maneras descritas anteriormente. Pero también y afortunadamente, nos da luz acerca de la manera en que sí podemos acercarnos a Dios. Es posible, pero tiene que ser a la manera de Dios, no a la manera nuestra.

Y… ¿cuál es esa manera de Dios? Bueno, presentarla fue el propósito del programa de radio “En frecuencia con Jesús” recién emitido aquí en la ciudad de San Luis Potosí, el pasado 13 de Marzo. Mostrar la manera de Dios para acercarnos a Él.

¿Por qué no escucha atentamente el mensaje, piensa y decide por usted mismo? Oprima en el reproductor a continuación para tener a su disposición este tema en audio: “Cómo acercarse a Dios”.



(Para evidencia acerca de la Biblia como palabra de Dios, pulsen aquí, y como documento histórico digno de confianza, aquí).

Recuerden: “Creer es también pensar”.

Saludos.

sábado, 9 de abril de 2022

¿Poseía Jesús los atributos de Dios?

El gran C.S. Lewis -comúnmente conocido por sus "Crónicas de Narnia"-, en su famoso libro "Mero cristianismo", escribió:
Intento con esto impedir que alguien diga la auténtica estupidez que algunos dicen acerca de Él: «Estoy dispuesto a aceptar a Jesús como un gran maestro moral, pero no acepto su afirmación de que era Dios.» Eso es precisamente lo que no debemos decir. Un hombre que fue meramente un hombre y que dijo las cosas que dijo Jesús no sería un gran maestro moral. Sería un lunático —en el mismo nivel del hombre que dice ser un huevo escalfado— o si no sería el mismísimo demonio. Tenéis que escoger. O ese hombre era, y es, el Hijo de Dios, o era un loco o algo mucho peor. Podéis hacerle callar por necio, podéis escupirle y matarle como si fuese un demonio, o podéis caer a sus pies y llamarlo Dios y Señor. Pero no salgamos ahora con insensateces paternalistas acerca de que fue un gran maestro moral. Él no nos dejó abierta esa posibilidad. No quiso hacerlo.

El asunto de la divinidad de Jesús, se presenta a continuación en audio. Este es parte del Best Seller llevado a la pantalla grande "El caso de Cristo" de Lee Strobel (basado en su propia historia de conversión), ex-ateo y hoy cristiano, luego de una investigación detallada de varios años durante los que hizo las preguntas más difíciles a varios eruditos.

Que lo disfruten.




Aquí el trailer de la película:



sábado, 26 de marzo de 2022

¿Cuál es la diferencia entre Católicos y Evangélicos?

Recientemente, durante una comida para celebrar el cumpleaños de un miembro del equipo de trabajo en la oficina, el tema de conversación derivó en la religión. «Todo problema tiene solución, excepto la muerte» dijo alguien, a lo que repliqué: «Y aún la muerte tiene solución, la resurrección». Y a partir de ahí nos adentramos en el tema. Mis compañeros de trabajo saben que soy evangélico, así que una de las más importantes preguntas de esa ocasión (la cual agradezco) fué: «¿Por qué te hiciste evangélico, Enrique; cuál es la diferencia?». Si bien respondí a esa pregunta de manera resumida en aquella oportunidad, me decidí a compartirla parcialmente con ustedes en esta ocasión. Y digo parcialmente ya que estaremos desarrollando la respuesta a lo largo de varios posts aquí en el blog. Nací católico. Lo fui durante veinte años. Un día experimenté una profunda transformación espiritual como resultado de la influencia de la Biblia y de un milagro del cielo. A partir de ahí he tenido el privilegio de conversar con creyentes de varias religiones sin haber caído aún en el error de alzar la voz o faltarle al respeto a alguien. Ni alguien lo ha hecho conmigo (aún). Budistas, testigos de Jehová, mormones, novoeristas (partidarios de la nueva era), reencarnacionistas, ateos y por supuesto, católicos. Me interesa profundamente aprender más de sus credos y compararlos (ante esos diversos creyentes) con el evangelio que me transformó. La gran mayoría de mis amigos y familiares son católicos aún. Sin embargo, creo que nos encontramos en la mayoría de edad que nos permita intercambiar opiniones y escucharnos sin ofendernos. Las estadísticas oficiales nos dicen que aproximadamente el 80% de los mexicanos profesan la religión católica. Sin embargo, el catolicismo es una religión heredada, transferida de padres a hijos de generación en generación, más que una religión elegida voluntariamente. La mayoría de personas que practican el catolicismo, lo hacen sencillamente «porque siempre ha sido así», pero no porque lo hayan reflexionado y decidido por sí mismos. El siguiente video tiene el propósito de promover la reflexión entre nuestros amigos católicos que desean conocer las diferencias entre ellos y los creyentes evangélicos, a través de la presentación de datos de manera seria y respetuosa sobre el tema. La Biblia recomienda que las enseñanzas recibidas por los creyentes, vengan de quien vengan (aún si se trata de un apóstol) sean examinadas a las luz de Las Escrituras (Hechos 17;11). Le invito a hacer lo mismo con este material presentado, así como también con lo que escuche de sus líderes espirituales acerca de este tema. Una vez hemos reflexionado acerca de la cuestión de la máxima autoridad en cuestión de creencia y conducta, es necesario que usted tome una decisión. Una decisión entre la Palabra Escrita, la cual es suficiente para nuestra salvación y crecimiento espiritual, o la tradición. Próximamente examinaremos algunas de las más grandes doctrinas del catolicismo y las compararemos con Las Escrituras. En base a esa comparación, usted tendrá mejores y más claros fundamentos para realmente tomar una decisión que sea fruto de la reflexión. Recuerden: Creer es también pensar