

En un artículo anterior, demostramos que la idea muy difundida pero infundada de que el cristianismo es la única religión exclusivista e intolerante, es un mito moderno. Probamos que todas las religiones, en mayor o menor grado, son también intolerantes y exclusivistas respecto de las demás. Expusimos también que dos ideas contradictorias entre sí (como dos diferentes religiones, por ejemplo), no pueden ser verdad al mismo tiempo. Por ende, la verdad es exclusivista por naturaleza. Terminamos nuestra intervención mencionando: «...o Jesús es el único camino a Dios o no lo es. Ambas posturas no pueden ser ciertas a la vez. Espero en un próximo artículo demostrar por qué es razonable tomarle la palabra a Jesús.»
Pues bien, mi intención hoy es demostrar, que creer en las palabras de Jesús es razonable. Para tal efecto me permitiré responder a tres preguntas: 1) ¿Se preservaron fielmente las palabras de Jesús? 2) ¿Qué dijo Jesús de sí mismo? 3) ¿Es verdad lo que dijo Jesús de sí mismo? Veamos.